¡Buenos días por la mañana! Segundo día en Bombay. Hemos dormido como dos bebes y hemos recuperado todas las energías necesarias para afrontar otro intenso día en esta gran ciudad.
Tras un rico desayuno, volvimos a hacer el mismo camino del día anterior por el Paseo Marítimo de Colaba hasta la Puerta de India desde donde cogimos un barco a la Isla Elefanta, donde hay unas grutas declaradas Patrimonio de la Humanidad.



La isla se encuentra a 9 kilómetros de la costa de Bombay y es un pequeño trozo de tierra donde viven y trabajan varias familias pescadoras. Con el aumento actual del turismo en han ido apareciendo por la isla decenas de tenderetes y puestecitos con diversas opciones para comprar en los que puedes comprar casi cualquier cosa.
Holii

El trayecto a la isla dura alrededor de 50 minutos y las vistas a la ciudad son espectaculares, ya que puedes ver todo el skyline de la ciudad desde el mar. Pronto empezaron a seguirnos un gran grupo de gaviotas ansiosas por comer y cuyos deseos satisficieron los turistas que estaban en en el piso de arriba…



Al llegar había varios guías indios a la caza de turistas para pasar unas horas de explicación…Dudamos mucho, pero finalmente decidimos coger a un chico para que nos contara sobre las grutas y sus figuras y realmente fue todo un acierto. No tiene nada que ver observar una estatua de Shiva antigua, Vishnu y otras deidades indias sin saber nada de lo que hay detrás… a que te expliquen todo lo que eso ha significado y sigue significando para los hindús, las historias de los dioses, el porqué de todo…
Todas esas explicaciones te hacen siempre entender mejor el país, su cultura, su gente, sus formas de vivir…



El nombre de Elefanta fue dado por los habitantes portugueses hace muchos años puesto que en las grutas de la Isla se encontraban muchas estatuas de elefantes. Sin embargo, actualmente, no queda ningún rastro en toda la isla de ningún elefante. Los pocos que quedaron se llevaron a diferentes museos.
Al llegar un mono nos dio la bienvenida saltando de un árbol para meterse en una basura y coger lo primero que pilló…un RED BULL!!


En la Isla Elefanta se encuentra una serie de grutas con varios relieves, esculturas y un templo en honor a Shiva. Se construyeron entre el año 810 y 1260.

La isla tiene 7 cuevas , de las cuales se pueden visitar 5 y están llenas de esculturas y tallados de piedra en las paredes con figuras indias. Su estatua más conocida es la Trimurti, que representa las tres formas de Shiva, el creador, el conservador y el destructor del universo.

Al entrar en las grutas





A las afueras de las grutas había muchísimos monos. En la ciudad no suele haber (a veces puedes ver alguno en algún parque), pero cuando te alejas en las zonas mas rurales hay muchos y los indios los tienen como animales de compañía, salvajes claro, pero animales cuya presencia no les extraña y forman parte de su vida diaria en el exterior. A mí, aunque ya los haya visto varias veces por este país, no dejará de sorprenderme encontrármelos…
Son de verdad como humanos, unos seres fascinantes: cómo te miran, como interactúan contigo, cómo entienden tus intenciones, cómo se relacionan entre ellos, la de cosas que se les ocurren… ¡Son increíbles!
Estos 2 monicos estaban quitándole piojillos al tercero, que bien a gusto se tumbaba en el suelo disfrutando del «masaje»

Y este otro acababa de robarle el helado a una niña que estaba con sus padres en las cuevas, porque en cuanto te descuidas si llevas comida en las manos saltan y te la roban… ¡Anda que no estaba bueno ese helado!



Después de la visita guiada que duró dos horas aproximadamente, ¡nos despedimos de nuestro guía que había sido un encanto!
Al irnos vi que había unos cachorros de perritos muy mal cuidados porque obviamente eran callejeros y no tenían dueño (como el 99% de los perros en India desgraciadamente). No sabía cómo darles agua que no fuera en las manos…me habría encantado tocarles, pero aquí normalmente tienen muchas enfermedades y no quise arriesgarme…así que vacié una caja de chicles que llevaba en la mochila y la llené de agua…Rápidamente se acercaron y no pararon de beber…¡Pobrecitos!
Este es un tema muy triste en este país…Hay muchísimos perros callejeros que nadie cuida, que se tienen que buscar la vida por la calle, comiendo siempre basura de las esquinas junto a muchas vacas. Prácticamente nadie tiene mascotas en casa, la primera vez que vi a un vecino nuestro paseando a un labrador con correa…¡me hizo muchísima ilusión!



Tras unas compras de souvenirs, volvimos a subirnos al barco para volver a la ciudad.



De camino al barrio de los Parsis, vimos el famoso Cine Metro, donde se estrenan todas las películas de Bollywood que arrasan en la pantalla. El término Bollywood se acuñó en 1970 por el juego de palabras entre BOmbay-hoLLYWOOD. Hace referencia a la industria cinematográfica en idioma hindi producida en Bombay que mueve millones y millones de dólares al año. Es una auténtica pasión para los indios acudir al cine y un puro espectáculo, donde gritan, se levantan, se enfadan, aplauden…
Nuestro siguiente paseo fue hacia el barrio de los Parsis. Si os digo la verdad antes de venir a Bombay no había indagado mucho sobre esta comunidad, pero mi tío Gabriel Sopeña, una eminencia cultural donde las haya, fue el que me indujo a conocer algo más sobre ellos en Bombay.
Los parsis son los miembros de una comunidad de religión parsi o zoroástrica que habitan principalmente en la ciudad de Bombay. Descienden de los persas quienes emigraron a la India a mediados del siglo VII para escapar a la persecución religiosa de los invasores musulmanes.
Fuimos a una de las zonas más conocidas al restaurante KAYANI a tomar una meriendita. El sitio era auténtico, como si de repente nos hubiéramos trasladado 100 años atrás…Ni aire acondicionado, ni muebles modernos, ningún tipo de tecnología culinaria a la vista…
Tomamos lo que nos habían recomendado: Bun Mashka Chai y Akhuri, una especie de pan con mantequilla.


El curioso rito fúnebre de los persas es dejar a sus muertos en las torres del silencio (una zona de Bombay que fuimos a visitar) para que los devoren los buitres. Ellos consideran que enterrar a los muertos contamina el elemento de la tierra, quemarlos contamina el elemento del fuego y el aire y lanzarlos al agua contamina el elemento del agua.
De ahí que construyan las torres del silencio, edificios funerarios, construidos en la cima de colinas o pequeñas montañas en zonas desérticas distantes de centros poblados y rodeados de bosques y jardines. En Bombay se encontraban en Malabar Hill, donde fuimos a ver si se podía visitar. Como nos imaginamos, solo pueden entrar los Parsis, así que nos quedamos en la entrada.


Cerca de la Torre del Silencio se encuentran los jardines colgantes, construidos en 1881. Se encuentran en la colina de Malabar Hill. Hay zonas con flores y arbustos recortados con forma de animales. Lo cierto es que me esperaba algo más espectacular y bonito, quizá no era la mejor época en la que todas las flores florecen…



Después de Malabar Hill teníamos que ir al partido de futbol. Sabíamos que el campo estaba al norte y que tardaríamos alrededor de hora y media en llegar. Salimos del sur con hora y media de tiempo…pero era hora punta, las 18h de la tarde…Lo que no esperábamos es que íbamos a tardar dos horas y media por un tráfico absolutamente horroroso de filas y filas de coches y luces, todos parados sin avanzar…
Una locura…


¡Por fín llegamos al campo! Nos perdimos toda la primera parte si…pero bueno, ¡ahí estábamos! Y además ganamos 2-0!

Al día siguiente nos despedimos de esta apasionante ciudad pasando por la estatua de Gandhi, quién demostró al mundo que «las resistencias pacíficas son posibles, que el respeto a la vida es lo más importante, y que la inspiración puede ganar guerras igual o más efectivamente que armas y batallas»

Algunos datos interesantes sobre Gandhi:
-Nació en 1869 en la india de los británicos y murió en 1948 en nueva Delhi, con la India ya independiente y unida
–Vegetariano por convicción, aseguraba que las personas pueden juzgarse por la forma en que tratan a los animales
-Fue encarcelado varias veces
-Participó en varias huelgas de hambre
-Luchó por los derechos de los musulmanes en la India, entre otros
-Fue nominado al Premio Nobel de la Paz en 5 ocasiones, pero por razones políticas nunca lo recibió
-Fue asesinado a los 78 años por un supuesto radical hinduista


Y ya tocaba despedirse de Bombay…una ciudad que me sorprendió mucho, donde hay muchísimas cosas para ver y hacer, donde se respira un aire algo más limpio, una ciudad más preocupada por su futuro y el medio ambiente y donde los sueños, según dicen, se hacen realidad…





¡HASTA LA PRÓXIMA MUMBAY!
Casi me parece haber estado ahí contigo! Muy buena experiencia turística, en dos partes. Muacssss!
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