Cuando pasamos dos semanas en Bellary porque el equipo tenía allí la pretemporada, nos dimos cuenta de que muy cerquita había una zona de monumentos históricos muy conocida en India llamada Hampi, declarada Patrimonio de la Humanidad desde 1986.
Así que el sábado 4 de noviembre alquilamos un taxi que nos vino a recoger al complejo donde estábamos, nos llevó a Hampi, pasó todo el día con nosotras para enseñarnos los diferentes monumentos y nos trajo de vuelta al hotel a las 20h.

Hampi fue la capital del Imperio Vijayanagara de 1336 a 1565 y ocupa una zona de 26 km cuadrados en el valle del río Tungabhadra, en el estado de Karnataka, India. En el centro de Hampi hay alrededor de 350 templos.
- Vitthala temple
El templo Vitthala es el templo hindú más sofisticado artísticamente hablando de Hampi. Fue dedicado a Vitthala, una forma de la reencarnación de Krishna, también llamada Vithoba.
Entrada a la primera zona de ruinas y monumentos

Existen además fortificaciones, un vasto y muy elaborado sistema de irrigación, esculturas, pinturas, establos, palacios, jardines, mercados, etc.









3) Narasimha
Esta figura llamada Narasimha representa la encarnación terrestre (avatar en hindú) del dios Vishnu, con forma de hombre-león sentado en una posición de yoga.

4) Virupaksha temple y templos en la colina de Hemakuta
Después fuimos a una zona todavía más extensa con muchísimos templos y ruinas. El calor empezaba a apretar, teníamos una temperatura de unos 33 grados que yendo de un lado para otro se hacía un poco duro a veces…Pero las ganas por ver lo máximo posible superaban con creces los inconvenientes del calor….
En esta otra zona se encontraba el Virupaksha temple, el santuario más antiguo. Se trata de una torre piramidal compuesta por numerosas columnas con diferentes historias y leyendas talladas.




Una vez llegamos a la entrada del templo es obligatorio quitarse los zapatos (pagando 10 rupias que son céntimos te los guardan en una zona más cerrada y protegida), aunque los pies y los calcetines acaban negros porque es mucho trozo que vas visitando el monumento descalzo y no está precisamente especialmente limpio.
Al entrar en una zona con techo protegida del sol y el calor (menos mal!) vimos de repente un precioso elefante con el que la gente se hace fotos y le puede dar de comer. El primer impulso es pensar que es muy bonito y hacerse la foto, pero luego pregunté cuanto tiempo llevaba ese elefante allí y me dijeron que el pobrecito llevaba años, que estaba ya muy mayor…Qué pena que no pueda estar en una selva o reserva en la naturaleza a sus anchas y tenga que estar todos los días encerrado viendo como turistas idiotas (como yo) pasamos a hacernos una foto con el… Aunque tampoco entiendo del todo el negocio porque la gente se hacía las fotos con su propio movil y no había fotógrafos ni necesidad de pagar por ello… En todo caso, una pena…



Dentro del templo había muchísimos monos, intentando coger comida de los turistas en cuanto se despistaban…

Una vez vista la segunda parte de templos de Hampi, cruzamos el río en una barquita para juntarnos con unos amigos de una de las chicas que es escocesa, nos recomendaron cruzar.
4) Cruzando el rio





Al otro lado de la orilla de repente se respiraba una atmósfera muy hippy, con muchos puestecitos de ropa bohemia, bisutería artesanal, recuerdos de madera, , restaurantes con encanto, muchos turistas yendo en moto…


5) Comida hippy-bohemia
Quedamos con los amigos de la chica escocesa en un bar muy bohemio, de colores, se comía sentados en el suelo, música chill out, muy buen rollo y muy buena comida :


6) Lago
Una vez llenamos la tripa fuimos con un tuc tuc (las 4 chicas, que casi no cabíamos y era el camino con más baches del mundo) a una especie de lago muy bonito con formaciones rocosas curiosas alrededor.




7) Templo de los monos
Ahí ya nos despedimos de los amigos de nuestra amiga escocesa y fuimos en tuc tuc hasta el templo de los monos, desde donde nos habían recomendado ver el amanecer. Para subir al templo hay que subir 700 escalones...que unido al cuidado que había que tener de que los monos bajando por las rocas no se te subieran al pelo, no te robaran la botella de agua o no saltaran a tu mochila a robarte comida…





Y una vez que llegamos arriba decidimos relejarnos un poco después de un día intenso en Hampi y de mucho ejercicio para disfrutar en silencio de un atardecer con unas vistas irrepetibles



Al bajar no pudimos resistirnos a que nos abrieran un coco y nos bebiéramos su agua…deliciosa!!

Ya estaba anocheciendo…así que volvimos en tuc tuc a la otra orilla del río. Esta vez tuvimos que coger la barquita totalmente de noche, a oscuras prácticamente y fiándote de que no pasara nada…Al otro lado del río había esos días un festival, estaba muy bonito, todo decorado con muchísimas luces de colores, como en Navidad, mucha música y espectáculos orientales delante de los templos iluminados.
Al otro lado estaba esperándonos el guía que muy amablemente nos devolvió a nuestro hotel. Fue un día 10!! Templos, ruinas, tuc tucs, autobuses, taxi, barquitas, elefantes, monos, cocos, atardeceres…Agotador desde luego porque no paramos, pero merece muchísimo la pena!
🙂 Que envidia vaya tiempo y Zaragoza parece el polo norte!!!!
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