El día de Nochevieja Edu jugaba en un estado al suroeste de la India llamado Kerala. Kerala está limitado al oeste por el Mar Arábigo, al norte por el estado de Karnataka (donde vivimos nosotros) y al este por el estado de Tamil.

El 30 de diciembre cogíamos un vuelo a las 6:30am en el aeropuerto de Bangalore para ir a fortkochi, la capital de Kerala. Ya en el camino en el taxi vimos con la familia de Edu que hacía mucha niebla y que para ir a nueva Delhi dos días antes nos retrasaron el vuelo hora y media…Sin embargo, hicimos el embarque con toda normalidad, cinturones abrochados, todos listos…Y de repente anunció el comandante que debido a motivos meteorológicos teníamos que esperar a que levantara la niebla…Ya sabíamos nosotros que esto iba a pasar!
No entendemos por qué no lo dijeron antes de subir al avión si ya se veía que había muchísima niebla… Y así, 30 minutos y otros 30 minutos…estuvimos 4 horazas dentro del avión esperando a que levantara la niebla! Increíble pero cierto, porque según nos dijeron una vez que se ha embarcado ya no se puede salir del avión… Eso sí, ¡nos invitaron a unas galletas, snacks de desayuno y café o té! Y…por fin a las 10:30 salimos rumbo a Fortkochi…Una horita de avión solo, se hizo muy corto y el aterrizaje fue precioso, todo tan verde, tan frondoso, tantos ríos…la espera había merecido la pena!


Nada más llegar dejamos nuestras cosas en el hotel y fuimos caminando hacia la zona donde está el mar porque queríamos coger un ferry a la zona de Fortkochi que es como una isla en la ciudad donde está lo más turístico.


En el camino fuimos por unas calles de muchos comercios, gente trabajando, charlando en la calle tomando su chai te, motos por todas partes que casi te rozan al pasar por los peatones, olores que se van sucediendo conforme pasas de una tienda a otra, hombres que se te quedan mirando como si fuera la primera blanca del planeta tierra en cruzarse en su camino, camiones pintados de mil colores con todas sus flores adornando en la parte delantera, el cableado de electricidad colgando por las calles que como te descuides te ahorca, la vaca que se planta delante de tu camino impasiva ante tanta actividad, el tuk tuk que se detiene cada dos por tres gritándonos en hindi que donde vamos, pitidos, pitidos y más pitidos…
Welcome to India! Welcome to el gran caos! El gran caos al que pronto te acostumbras y acabas actuando como si fueras un indio más en la ciudad y que al final…hasta le coges gustillo! En la calle nunca te sientes solo, siempre siempre, sea la hora que sea, hay gente, hay bullicio, hay actividad, hay olores, hay sabores…
Pronto llegamos al paseo marítimo, donde se encuentra el ¡MAR ARÁBIGO! Ahí nos habían dicho que podíamos coger un ferry público, mucho más barato que el de los turistas para ir a la isla de Fortkochi, así que eso hicimos…Tuvimos que hacer una buena cola con todos nuestros amigos y amigas indias (por supuesto, como para todo en India, fila de hombres y mujeres separada), pero si por el ferry turístico te cobraban unas 300 rupias por persona, en el público te cobraban 2 rupias…Alucinante!

Obviamente, el ferry no era el más nuevo del mundo…en la foto podéis comprobarlo jaja 🙂

Pero fueron solo 15 minutos dentro, con bonitas vistas y fue divertido. Éramos los únicos occidentales en ese ferry…


Al llegar eran ya alrededor de las 15:30 y teníamos mucho hambre, así que cogimos un tuk tuk y fuimos directos a buscar un restaurante…Nos llamó la atención una terracita de un hotel llamado Old Harbour muy verde con piscina y muy buena pinta…Preguntamos y decidimos comer ahi, era un sitio muy agradable y comimos super bien!






Una vez llenamos la tripa…la vida se veía de otro color! Fuimos paseando por la zona del mar donde hay muchos puestecitos de recuerdos de India…Todos quieren venderte, todos quieren que les compres a ellos! Lo más importante regatear mucho y bien, porque te ven turista y se aprovechan y piden mucho más de lo que un indio pagaría…


En la playa de Fortkochi, que está bastante sucia por cierto y la gente no suele bañarse, estaba en ese momento poniéndose el sol…Además había gente dando paseos en camellos y la imagen del atardecer con el camello era muy bonita…




En Kochi una de las cosas más conocidas son las redes chinas para pescar. Suelen medir 10 metros de alto y se necesita a 6 hombres para poder colocarlas para pescar…Es una de las imágenes más típicas de Kerala.

Después fuimos caminando para visitar las iglesias más conocidas de Fortkochi: San Francisco y la Catedral de Santa Cruz. Fortkochi fue colonia portuguesa durante 160 años, que posteriormente fue territorio holandés y británico hasta que consiguieron finalmente la independencia india en 1947.
En la catedral de San Francisco fue enterrado el famoso Vasco de Gama.


La catedral que más me impresionó por su arquitectura y sobre todo su blancura fue la Catedral de Santa Cruz

Cuando ya estábamos subidos en el Tuk Tuk para volver a coger el Ferry de vuelta vimos también esta preciosa iglesia…La verdad es que toda la ciudad y en concreto la isla están llenos de iglesitas o catedrales de la época colonialista…

Por la noche había bastante ambiente y vimos restaurantes muy apetecibles para cenar, tanto por el sitio como por la comida 🙂

A la vuelta de noche volvimos a coger el mismo ferry de vuelta para coger un uber en tierra y que nos llevara al hotel donde se alojaba Edu para así poder charlar un rato con el y tomarnos una coca cola.
Nos dormíamos sobre las 00:30…día agotador, nos habíamos levantado a las 4am para ir al aeropuerto, unido a las 4 horas esperando dentro del avión y el día de turismo por Fortkochi…Al día siguiente nos esperaba una excursión en barquita por los canales de Kerala, el partido de Edu contra los Kerala Blasters y la cena de Nochevieja…. ¡Qué ganas!

Cada jornada es una aventura sin programar! Para nuestras costumbres de vida organizada…..un caos incontrolable . Y como describes: si te dejas llevar….disfrutas. Que oriental es esa actitud! Be Ester my friend! (Bruce Lee). Ya sólo te falta la conexión yoga.
Besitos!!!!
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exacto, en India cada día es una aventura, nada se puede planificar! jajja gracias por leerme siempre!
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